La visualización creativa es el proceso cognitivo de generar, a propósito, imágenes mentales visuales, con los ojos abiertos o cerrados,[1] simulando o recreando la percepción visual,[2] con el fin de mantener, inspeccionar y transformar esas imágenes,[3] modificando en consecuencia, sus emociones o sentimientos asociados,[4] con la intención de experimentar un posterior beneficio fisiológico, psicológico, o efecto social, tales como acelerar la curación de heridas en el cuerpo, minimizar el dolor físico,[5] calmar el dolor psicológico incluyendo la ansiedad, la tristeza y el bajo estado de ánimo, mejorando la autoestima o autoconfianza, y realzando la capacidad de hacer frente cuando interactuamos con otros.
Sin embargo, la visualización creativa está estrechamente relacionada, y es a menudo considerada una parte de una técnica llamada "imágenes guiadas" , para que un entrenador médico o profesor ayude a participantes o pacientes a evocar y generar imágenes mentales que simulan o recrean la percepción sensorial de señales, sonidos, pruebas, olores, movimientos y tacto, así como contenido imaginativo o mental que el sujeto participante experimenta como desafiando las categorías sensoriales convencionales.
En concreto , el proceso facilita a los pacientes el reemplazo de imágenes que empeoran el dolor físico, exarcerban el dolor psicológico, reafirman la debilidad, recolectando y reconstruyendo eventos afligidos, o intensificando sentimientos perturbadores tales como la desesperanza y la ansiedad, con imágenes que enfatizan y precipitan un confort físico, claridad cognitiva y claridad emocional.
Además algunos autores usan el término visualización creativa de manera intercambiable con imágenes guiadas.
Además, la investigación clínica científica, y autores académicos frecuentemente evalúan, analizan y discuten los efectos de tanto la visualización creativa como las "imágenes guiadas" conjuntamente e inseparablemente desde otras intervenciones con las cuales ellos comúnmente combinan, incluyendo meditación musical o musicoterpia receptiva, relajación, meditación guiada o praxis meditativa, y terapia mediante la escritura de diarios personales, con el resultado que eso es a menudo difícil a atribuir resultados positivo o negativo a cualquiera de las técnicas específicas.