[1] Se situaron dos arcos conmemorativos en la calle Larios, junto a otros elementos arquitectónicos en los barrios que visitó, El Palo y El Perchel.
Tras recorrer los barrios afectados, el monarca quedó impresionado y exclamó: «Creía grande el desastre, pero no tanto.
Alfonso XIII donó 8.000 pesetas a la ciudad y Antonio Maura 10 000 en representación del gobierno.
[1] La Unión Mercantil escribió: «Señor: Málaga se presta entera a recibirlo con entusiasmo.
[1] Las mismas crónicas anteriores narran un hecho curioso; cuando la comitiva se encontraba a su paso por calle Granada, un niño consiguió llegar hasta Alfonso XIII para entregarle un «cucurucho» de chanquetes recién fritos en un establecimiento cercano, indicándole que estos debían llevarse a la boca con las manos.