Virtudes teologales
En la teología católica, se llaman virtudes teologales o virtudes teológicas los hábitos que Dios infunde en la inteligencia y en la voluntad del hombre para ordenar sus acciones a Dios mismo.Inocencio III habla de una discusión que existía para dilucidar si los niños recibían las virtudes teologales al ser bautizados,[1] y Clemente V enseña como más probable que tales virtudes se infundan a niños y adultos junto con el bautismo.En el número 2086, citando el catecismo romano, indica que el cumplimiento del primer mandamiento requiere las virtudes teologales.Y en los números 2656 a 2658 trata de la relación de las virtudes teologales con la oración: la fe permite entrar en oración; el Espíritu Santo enseña a celebrar la liturgia con la esperanza puesta en el retorno del Jesucristo; y la caridad, derramada en el corazón por el Espíritu Santo (cf.En San Manuel Bueno mártir de Miguel de Unamuno el personaje principal representa la caridad, la narradora Ángela la esperanza y el tonto del pueblo Blasillo (en homenaje a Blaise Pascal) la fe pura, la fe del carbonero.