En 1946, el entonces presidente del país, el conservador Mariano Ospina Pérez, lo comisionó a Bogotá como apoyo al coronel José Torres Durán, director de la Policía, por lo que fue nombrado subdirector.
[6] Según testimonios de sus subalternos, Céspedes y 12 de sus hombres se atrincheraron en la edificación y defendieron la unidad sin recibir refuerzos, ya que varios uniformados se habían unido a los liberales.
Restablecido el orden, Barco fue reemplazado en la dirección por el coronel retirado Régulo Gaitán, quien fue recibido con amplio entusiasmo entre sus filas y comenzó la restauración del orden dentro de la institución; mientras recuperaban el rumbo, Gaitán pidió apoyo al Ejército Nacional para que se encargara de la vigilancia de Bogotá.
[6] Barco fue llamado a calificar servicios (fue retirado) de la institución en 1949, por una invalidez relativa.
Son varios los documentos y testimonios que vinculan a Barco, no sólo con la muerte de Gaitán, sino con la violencia bipartidista y la promoción del grupo paramilitar conservador de los Chulavitas.
Uno de sus sobrinos era el médico y político liberal Enrique Barco Guerrero.