Nuestra Señora del Buen Aire es una advocación de la Virgen María.
[13] El infante Alfonso, futuro Alfonso IV de Aragón, decidió edificar en la colina de Cagliari (en italiano colle di Cagliari) un convento dedicado a la Trinidad y a la Virgen María.
En 1330 consta que en el convento había una capilla dedicada a "María de Bonayre".
En 1335 Alfonso IV donó el convento a la Orden de la Merced.
[15] Una leyenda dice que un fraile de la orden de los mercedarios llamado Calo Catalano predijo que la Virgen realizaría un milagro cuando él ya hubiera muerto.