Nuestra Señora de la Altagracia

Adolfo Alejandro Nouel, fue el recién elegido papa Pío XI quien envió como su representante a Mons.

[9]​ La victoria sobre los franceses fue atribuida a su intercesión,[10]​ como lo indica un documento firmado por el arzobispo fray Isidoro Rodríguez Lorenzo (1767-1788),[11]​ en el que aprueba la celebración del 21 de enero cada año: Durante su gestión como arzobispo de Santo Domingo, Mons.

[8]​ La imagen es una pintura sobre tela y mide aproximadamente trece por dieciocho pulgadas.

Parece haber sido pintada por un artista español desconocido a principios del siglo XIV.

Está engastada en un marco ornamentado hecho de oro, esmalte y piedras preciosas.

Alrededor de María hay un resplandor, el cual puede ser encontrado con más detalle en Apocalipsis 12:1.

Delante de la Madre se encuentra el Niño Jesús, desnudo, dormido sobre pajas y bien detrás está San José, vestido con una capa roja y una vela en su mano izquierda.

El rostro de María se muestra sereno, con los ojos bajos, sin indicar ni seriedad ni tristeza, sino más bien alegría y paz, en una actitud de meditación.

Para todos fue extraño, ya que nadie había escuchado hablar de tal Virgen.

Cuando iba por la localidad Los Dos Ríos, se quedó a pasar la noche en la casa de un viejo amigo.

La mañana siguiente, el padre buscó al anciano, pero extrañamente no volvió a aparecer.

Imagen original de la Virgen de la Altagracia en la Catedral Primada de América , Santo Domingo , durante una Misa en su honor.
Estampa devocional de la Virgen de la Altagracia.