Violetas del Anáhuac
El periódico, contó con el apoyo del régimen, ya que en su primera edición publicó una biografía de Carmen Romero Rubio la esposa del presidente y mantuvo activo su tiraje por dos años sin sufrir la censura que otras publicaciones tuvieron durante este periodo.En 1861 el presidente Benito Juárez decretó que las mujeres debían tener la oportunidad de estudiar.Es así como un número privilegiado asistió a colegios, normales, institutos e incluso escuelas de medicina y jurisprudencia.Es así como nace en México uno de los primeros semanarios hecho por mujeres, fue llamado Las Hijas del Anáhuac;[2]sólo era precedido por La Siempreviva, periódico fundado en 1870 por Rita Cetina, Gertrudis Tenorio y Cristina Farfán en Mérida.Durante su corta existencia, Las Hijas del Anáhuac publicó cuatro secciones fijas, la primera de ellas titulada “Almohadilla”, presentaba diversas notas, algunas se referían a consejos de belleza o caseros.Es así que se decidió modificar el nombre para no perjudicar la imagen editorial del periódico.[1] Entre las publicaciones femeninas escritas por mujeres, emanadas en la capital hace dos siglos, sobresalen las siguientes: Igual que el resto de las publicaciones periódicas dirigidas por mujeres durante el siglo XIX, Violetas del Anáhuac abordaba temas sobre educación femenina, higiene del hogar, poesía, música y eventos culturales, pretendía brindar a las mujeres un espacio de escritura y de lectura para cultivarse y conducirlas, bajo la idea positivista, hacia "el progreso"; esto con el fin de formar a los hijos que el país necesitaba.Fue dirigido administrativamente por Ignacio Pujol y el aspecto literario era supervisado por la escritora guerrerense Laureana Wright de Kleinhans quien había colaborado previamente en otras publicaciones dirigidas a mujeres de la clase media mexicana.Cada ejemplar de Violetas del Anáhuac estaba compuesto por 12 páginas impresas a doble espacio, en un tamaño de 32 centímetros; en los primeros números se tendía a utilizar una litografía en la portada, pero posteriormente se decidió eliminar este aspecto y solamente dejar el título, que en ocasiones se acompañaba del retrato de alguna mujer notable.Se ponía gran énfasis en lo referente a la nación, la maternidad y la naturaleza.Sin embargo, no debe pensarse que esta mujer era de pensamiento completamente progresista, no se proponía en el artículo que las mujeres entraran de lleno a los cerrados círculos del campo científico.