Dolores Correa y Zapata

Su tía materna fue la escritora feminista Catalina Zapata de Puig (1833-1892) y su abuelo materno, Manuel Zapata Zavala (1802-1868) fue un político liberal yucateco que se desempeñó como diputado al Congreso Extraordinario Constituyente de 1847.En esta ciudad sus padres fundarían dos colegios: el "Instituto Ocampo" para varones, dirigido por su padre, y junto a él, el Colegio María, para señoritas, dirigido por Dolores y su madre,[6]​ primeros y únicos establecimientos particulares de aquella época en que la instrucción era solamente laica.[7]​ En aquellos primeros años de docencia es que Dolores comienza a pulir sus habilidades como escritora, colaborando en "El Recreo del Hogar", periódico fundado por Cristina Farfán[8]​ Laurena Wright de Kleinhans en la sección de “Biografías” en Violetas del Anáhuac afirmaba que desgraciadamente no correspondía su fortaleza física a su energía moral, por ser su constitución muy delicada por naturaleza, las asiduas tareas escolares quebrantaron de tal manera su salud, que tuvo que renunciar a sus clases, y en el año de 1884 vino a México en compañía de su hermano D. Alberto, editor actualmente del periódico infantil titulado El Escolar Mexicano.[9]​ Para poder presentar examen profesional y ser profesora titulada, Dolores se mudó a la Ciudad de México en el año 1884.[10]​ El célebre geógrafo mexicano Antonio García Cubas fue uno de sus sinodales.¿Por qué no tiene la mujer derecho De abarcar con la luz de su mirada Los misterios que al sabio se revelan Y al ignorante la creación le guarda?don precioso y bello, De Dios divino destello Que llaman sabiduría; Don de preciosa valía Que es del hombre el mejor don, Fuera en la mujer baldón, Como un estigma maldito Que deja pronto marchito Su sensible corazón.Generosa, Brindé mi sangre, mi vida, Y como ofrenda ofrecida En mi vía dolorosa, Me hice á los hombres odiosa, De las mujeres odiada, Y ful tal vez envidiada Por ceñirme esa corona, Que ni el hombre me perdona Ni es por ellas perdonada.[...] La condición de este siglo Que de las luces se nombra, Y deja á la oscura sombra Condenada á la mujer, Dando esos tristes ejemplos Que palpamos en el dia: Que es la mujer mercancía Correa Zapata, D (1886) La mujer científica.