En época imperial romana sería una civitas, al igual que Abdera, Murgi, Urci, Abra y Tagili.
Sin embargo, gracias a los hallazgos arqueológicos de la necrópolis y de monedas se puede atestiguar que se mantuvieron en el siglo II a. C. algunas pautas culturales fenicio púnicas como son los ritos funerarios y la lengua fenicia.
A partir de la crisis del siglo III la población se fortifica.
En 1897 llegó a Cuevas del Almanzora el padre dominico Paulino Quirós, profesor e historiador, que en sus investigaciones arqueológicas halló piezas arqueológicas e inscripciones identificando restos de Baria, ofreciendo después una conferencia en Madrid para la divulgación de los hallazgos.
Sin embargo, la incapacidad de la administración local o la iniciativa privada para convertir la investigación y divulgación del sitio arqueológico en una fuente de ingresos sostenible y recurrente supone que la presión urbanística sea una continua amenaza para Baria.