Hasta ese momento, se habían efectuado excavaciones arqueológicas solamente en las necrópolis púnicas de Cádiz y con la más elemental técnica (Pelayo Quintero Atauri, 1917-1935).
Habiendo prevalecido la denominación de fenicio occidental frente a la de púnico, reservado para Cartago y yacimientos directamente relacionados con esta metrópoli y para el mundo postfenicio occidental prerromano.
Algunos datos relevantes sobre las excavaciones: Los principales yacimientos fenicios de Marruecos son: Lixus,[56][57] Essaouira (Mogador),[58] Sidi Abdeselam del Behar en la desembocadura del Río Martín, Emsá, Cabo Espartel (Ras Achakar) Ain Dalhia Kebira (Tánger), Gandori (Tánger), Djebila, Dar-Shiro, Sidi Drish en la desembocadura del Río Amekram, Mogogha-es-Srira, Kuass (Arcila),.
[59][60] Los principales yacimientos fenicios de Argelia son Les Andalouses, Mersa Madakh, Rashgún,[61] Djidjelli, Guraya o Gouraya y Collo.
Los principales yacimientos fenicios de Libia son: Leptis Magna, Trípoli y Sabratha.
[68] Los principales yacimientos fenicios de Grecia son: Creta, Rodas, Thasos, Melos y Paros.
Su territorio abarcaba desde la desembocadura del río Orontes al norte, hasta la bahía de Haifa al sur, comprendiendo áreas de los actuales Israel, Siria y Líbano, una región denominada antiguamente Canaán, con cuya denominación se engloba muy a menudo en las fuentes.
Ugarit se distinguió, junto con la misma Biblos, durante casi todo el II milenio (Edades del Bronce Medio y Reciente), para dejar paso, tras su destrucción por los Pueblos del Mar, a Sidón.
En 1928, Mahmoud Mella az-Zir, un campesino local alauíta descubrió la entrada a la Necrópolis de Ugarit.
[74] Tiro,[75] llamada "la reina fenicia de los mares", se fundó en una pequeña isla en el tercer milenio a. C., y fue codiciada por grandes conquistadores, como el rey de Babilonia Nabucodonosor I o Alejandro Magno.
El monarca de Tiro Hiram unió con terraplenes los islotes y ganó terreno al mar, lo que ayudó a que los comerciantes comenzaran a navegar y fundaran numerosas colonias por el Mar Mediterráneo.
Según afirmó María Eugenia Aubet: "aquí estaba el palacio del rey, los templos, casas y almacenes, y tal vez incluso podamos encontrar objetos de la vida cotidiana, utensilios de cocina o ánforas con víveres para sus habitantes".