Viento del gradiente

El viento del gradiente realiza (al igual que el geostrófico) la simplificación de suponer que las fuerzas de rozamiento son despreciables.

que también se puede expresar en función del geostrófico (VG):

No todas las soluciones matemáticas de la ecuación son físicamente posibles.

Teniendo esto en cuenta, en el hemisferio norte existen cuatro posibilidades (ver esquema): 1.

Por lo tanto no existe nada que genere fuerza centrípeta.

Es posible, puesto que la fuerza de Coriolis apunta hacia adentro.

La fuerza de Coriolis debe ser mayor que la fuerza del gradiente de presión para que el movimiento anticiclónico sea posible, esto nos deja con dos posibilidades: 3.

Es posible, puesto que la fuerza del gradiente de presión apunta hacia adentro.

Se deduce que, a partir de los mismos datos, la fórmula del viento del gradiente produce un viento más rápido para las situaciones anticiclónicas mientras que es más lento que el geostrófico para las situaciones ciclónicas (normales).

El viento del gradiente tiene una mayor precisión que el geostrófico por lo que, cuando la capacidad de cálculo no es un problema, constituye la mejor opción.

El viento del gradiente reproduce un hecho observado en los sistemas reales: en el centro de los anticiclones el gradiente de presión y los vientos son muy pequeños y tienden a crecer en los bordes, aunque nunca llegan a tener grandes valores.

Aunque el viento del gradiente puede aplicarse a cualquier circunstancia siempre y cuando se cumplan las condiciones, a veces es más práctico pasar a ciertas aproximaciones que facilitan el cálculo sin que se pierda mucha precisión por el camino: Al igual que el viento geostrófico, se considera que las fuerzas de rozamiento son pequeñas.

Esto constituye una buena aproximación en la atmósfera libre pero pésima en la superficie terrestre, donde sí son importantes.

Al igual que el viento geostrófico, su fórmula tiende a dar un error considerable si se aplica cerca del ecuador debido a que el parámetro de Coriolis tiende allí a cero.

En el centro del dibujo existe una baja presión, por lo que la fuerza del gradiente de presión (flechas azules) apunta hacia él. La fuerza de Coriolis (flecha roja) actúa a la derecha de la velocidad (suponiendo que estamos en el hemisferio norte). Aunque inicialmente la trayectoria del aire apunta hacia el centro, rápidamente se ve desviado por Coriolis, hasta establecer una trayectoria curvada en torno a la baja presión.
Configuraciones del viento del gradiente en función del sentido del giro y de si se trata de una alta o una baja presión.