Fue la figura central de la arquitectura en Navarra durante la mayor parte del siglo XX.
Durante el régimen de Franco se convirtió en el arquitecto oficial de Pamplona y obtuvo infinidad de encargos institucionales, entre ellos, obras tan decisivas para el perfil de la ciudad como el Monumento a los Caídos, en colaboración con José Yárnoz.
Realizó sus estudios en Madrid, en la segunda década del siglo XX.
Fue colaborador del arquitecto gallego Antonio Palacios Ramilo.
Su trabajo, a veces en colaboración con José Yárnoz o Fructuoso Orduna entre otros, se observa en muchas zonas de la ciudad: Iglesia de San Miguel, en la Plaza de la Cruz, Colegio de los Hermanos Maristas, Monumento a los Caídos, Parque de la Media Luna, edificio de La Aurora, Casa Uranga, La Vasco Navarra…