Vicente Requena «el Viejo»
Vicente Requena «el Viejo» es una personalidad controvertida de la pintura renacentista valenciana, oriundo de Cocentaina (Alicante) y presumiblemente activo a mediados del siglo XVI, aunque de él también se ha dicho que es un nombre de laboratorio y que únicamente habría existido un Vicente Requena pintor en Valencia, el que se identifica como el hijo o el joven.[1] Miembro de una familia de pintores, hijo de Gaspar Requena, apenas existen datos ciertos relativos a su vida, constando únicamente que, llamándosele «afamat pintor», en 1556 bautizó en la parroquia de San Martín de Valencia a un hijo también llamado Vicente, que más tarde también sería pintor.[3] Esa atribución, consevada todavía en 1995 cuando nuevos hallazgos documentales permitieron datar el retablo, cuando menos en alguna de sus tablas, en 1562,[4] ha sido desplazada en el museo del Prado por la atribución a Onofre Falcó,[5] aceptando un comentario del canónigo Vicente Victoria, primer biógrafo de Juanes, según el cual el duque de Calabria habría encomendado, a modo de concurso, pintar una de las historias a Juanes y otra a Onofre Falcó.La colaboración de este con el taller de Juanes, plenamente documentada en otros encargos, refuerza además esta última atribución.[6] A Vicente Requena el Viejo podría deberse, por otra parte, una Piedad conservada en la catedral de Valencia a la que llegó después de 1936.