Su gestión como presidente se caracterizó por su ética, su honradez y su respeto a la ley.
[1] Promovió la educación, estableció el Jurado, fundó colegios, firmó los contratos para la construcción del ferrocarril en Nicaragua, recibió a los jesuitas expulsados de El Salvador y Guatemala y realizó otras muchas obras en bienestar del país.
En 1874, garantizó las elecciones libres en las cuales triunfó Pedro Joaquín Chamorro y Alfaro.
Estos hechos lo obligaron a pedir préstamos, que endeudaron al país.
Del presidente Cuadra, se relata la anécdota siguiente:[3] "El Reloj de la Presidencia" - ¿Por cuánto vas a componer el reloj?, preguntó don Vicente.
Pero don Vicente, que ya estaba esperando el reloj, se saca del bolsillo diez duros y se los entrega a don Blas, diciéndole: - El reloj no le sirve a la nación, sino a don Vicente Cuadra.