Vespula germanica

Generalmente, en aquellos sitios donde el organismo invadió un ambiente, es considerada una plaga[1]​ de diferentes actividades como la agricultura, ganadería, apicultura y turismo.

El éxito invasivo que esta especie tiene, quizás esté determinado por su gran adaptación a distintas situaciones del medio ambiente y por no poseer enemigos naturales.

Vespula germanica puede tolerar bajas temperaturas, lo que le permite realizar la búsqueda de alimento en un amplio rango diario y estacional.

Aunque no posee un comportamiento agresivo hacia el ser humano puede atacar si se siente molestada.

Al comenzar el otoño el nido presenta su mayor desarrollo, pudiendo alcanzar hasta 90 cm de diámetro con 15 panales (pisos).

Vespula germanica, también conocida como "avispa chaqueta amarilla", es una especie originaria de Eurasia y África del Norte.

Fue introducida, por culpa del ser humano, de forma no intencionada, en América durante el siglo XX.

En la Argentina no tiene ningún depredador natural por lo que la población de avispas chaqueta amarilla puede ser muy elevada en algunas épocas del año.

Su picadura es muy dolorosa y su veneno puede generar reacciones alérgicas en personas sensibles, además tiene una mordedura suficientemente fuerte como para desgarrar.

Larva, pupa y adulto
Reina de Vespula germanica en invernación.
Distribución Geográfica de la Vespula germanica