Vertido de pellets de plástico del carguero Toconao

El vertido provocó una amenaza ambiental en las costas del norte de España y Portugal.

[1]​ Los pellets, pequeñas esferas de plástico utilizadas como materia prima en la industria del plástico, comenzaron a aparecer en las costas de Galicia (Ferrolterra, Oleiros, Outes, y la Mariña lucense),[2]​ extendiéndose posteriormente a Asturias y Portugal.

[3]​ Su presencia planteó una amenaza significativa para el medio ambiente, dado su carácter no biodegradable y los riesgos asociados para la vida marina.

En Galicia, la Xunta implementó un plan de contingencia por contaminación marina accidental, mientras que en Asturias se activó el Plan Territorial de Contingencias por Contaminación Marina Accidental en su fase inicial.

Además, la Fiscalía de Medio Ambiente y Urbanismo de España inició una investigación preprocesal para determinar las causas del incidente y evaluar las responsabilidades.

Operario recogiendo pellets de plástico en la playa de Ladeira, Corrubedo