En 1990 se implementó el Programa Integral Contra la Contaminación Atmosférica en el Valle de México.
Los resultados de estas inspecciones determinan si el vehículo aprueba o no la verificación.
Los vehículos que pasan la prueba reciben un certificado de verificación o holograma, el cual es necesario para poder circular.
Antes de llevar a cabo la verificación correspondiente al periodo asignado según las placas y el holograma, la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) solicita a los propietarios de vehículos que verifiquen cualquier adeudo en multas.
De este modo, los conductores deberán presentar sus vehículos en un verificentro cada seis meses para determinar si cumplen con los estándares mínimos para circular.