Así, las vellosidades forman parte del límite entre la sangre materna y fetal durante el embarazo.
La mayor parte de las vellosidades consiste en tejidos conectivos que contienen vasos sanguíneos.
En 1983, un biólogo italiano llamado Giuseppe Simoni descubrió un nuevo método de diagnóstico prenatal utilizando vellosidades coriónicas.
[4] Estudios recientes indican que las vellosidades coriónicas pueden ser susceptibles a infecciones bacterianas[5] y virales.
[6][7] También se ha detectado ADN del poliomavirus BK en los mismos tejidos, pero en menor medida.