Constituye un enclave destacado en el itinerario de la calzada romana Ab Asturica Burdigalam (Astorga-Burdeos).
Se estima que hubo zona urbana con asentamientos extramuros hasta al menos el siglo V.
Los hallazgos realizados en el entorno, así como en la misma área de las ciudad amurallada, indican que en el lugar donde luego se alzaría Veleia ya existió un gran poblado que, pesumiblemente, fue el referente (como lugar central) de todo el ámbito del valle del Zadorra.
Se trata de una lápida, datada entre los siglos II al I a. C., que representa un guerrero a caballo sobre un creciente lunar.
Los hallazgos arqueológicos sitúan los primeros cambios en época tiberiana, que poco a poco va siendo más intensos, llegando a una importante remodelación de época flavia que coincide con una consolidación del poblamiento altoimperial del entorno.
–época julio-claudia– las cabañas del poblado son sustituidas por las primeras casas hechas "a la romana".
A esta etapa corresponderían los pavimentos de mosaicos y grandes estructuras recientemente localizados en la zona sur, junto al río.
A esa fase correspondería también la cita de Plinio, quien nos informa de su inclusión en el convento cluniense, al que carietes y vennenses se adscribían con cinco civitates (NatHist III, 26: In Cluniensem conventum... Carietes et Vennenses V civitatibus vadunt, quarum sunt Velienses...).
La recesión económica del momento hizo que se abandonaran paulatinamente edificios antes ocupados.
In partibus Occidentis XLII, 32: Hispaniae [...] Tribunus Cohortis Primae Gallicae, Veleia"); unidad cuyo nombre completo era Cohors I Gallica Equitata Civium Romanorum.
Durante el siglo III Veleia redujo considerablemente su superficie urbana aunque mantenía una cierta importancia dentro de la Hispania romana.
En esa época se construye la muralla, esta sería la última gran obra pública realizada en la ciudad.
Las domus pierden su carácter residencial y se ocupan parcialmente, dedicando algunas áreas de las mismas a funciones subalternas.
No hay mucha información sobre lo que ocurrió en la ciudad romana entre el final del imperio y la Baja Edad Media.
Posee, según lo descubierto hasta el momento, tres puertas, dos de ellas monumentales (las del sur y el este, la del norte es la tercera puerta) y dos poternas secundarias (oeste y noroeste) Se estima que fueron construidas a finales del siglo III o inicios del IV, en la época denominada tetrárquica, con una finalidad comercial y económica más que militar, que obedecía a una nueva organización de la estrategia imperial, por la que determinadas ciudades que ejercían de nudos de comunicación se fortificaron para asegurar la recaudación y transporte del impuesto annona militaris.
Entre los siglos IV y V se llegó a ocupar toda la superficie cercada, incluso la calle de ronda interior.
Las murallas fueron los primeros vestigios que se conocieron del asentamiento de Veleia.
Con las nuevas investigaciones realizadas en el yacimiento y la relevancia que ha obtenido, Carmen Fernández Ochoa y Ángel Morillo así como el propio equipo arqueológico que investiga Veleia, han realizado nuevos estudios.
Reconocidos autores, como José María Blázquez, han ponderado su calidad, atribuyéndola a la representación de una emperatriz del siglo primero, como Livia o Agripina.
Fragmento escultórico de una figura humana, vistiendo coraza e indumentaria militar, a la que le faltan la cabeza y las extremidades.
La escultura procede de un antiguo hallazgo y por diversos avatares acabó en manos privadas.
Las palabras en euskera halladas formaban expresiones reconocibles y se adelantaban en más de cinco siglos a las glosas emilianenses.
que se encargaba de las excavaciones arqueológicas del yacimiento bajo la dirección del arqueólogo Eliseo Gil, anunciando además la solicitud al Ministerio Fiscal para que analice los hechos por si fueran constitutivos de delito.
El informe señalaba, entre otras cosas, la presencia de elementos metálicos como acero inoxidable, incompatibles con la época pretendida, y costras seccionadas por las incisiones, lo que indica que estas se hicieron después de haber permanecido enterradas las piezas.