Este pequeño pueblo viene experimentando últimamente un lento cambio en su fisonomía, debido a que de algunas ruinas van surgiendo poco a poco casas restauradas, que generalmente respetan los modos, estéticas y materiales autóctonos.
A mediados del siglo XX en Vegafría se criaba ganado lanar, vacuno y porcino.
La patrona del pueblo es Santa María Magdalena y las fiestas en su honor se celebran el segundo domingo de julio, día en que la población puede llegar a multiplicarse 8 o 10 veces.
Durante 20 años fueron a parar allí las aguas residuales del municipio, lo que produjo su contaminación.
En las inmediaciones de la charca y arroyo abajo se han plantado diversos árboles en las dos laderas.
En dicha charca crecen plantas como espadañas, hierba de San Antonio y carrizo.