Valgañón

Hacia el año 885 Alfonso III de Asturias manda construir en Grañón un castillo que vendría a ser en aquella época el bastión cristiano más avanzado hasta la reconquista de Nájera.

Hemos de tener en cuenta que en las citas medievales se utilizaba el vocablo "Ojacastro" para referirse al actual Valle del Oja y no la villa que hoy conocemos.

El 24 de noviembre de 1224 el obispo Mauricio volvería para su consagración según consta en una inscripción en la fachada sur del templo que dice así: "CONSECRATA EST ECCLESIA EPI BURGUENSIS MAURICI DEI VII.

Valgañón acordó aportar siete hombres con armas a la batida "para matar y correr dicho oso".

Había cardadores, tejedores y pisoneros de paño sin más haberes que su oficio.

Como la ganadería y la labranza eran escasas buena parte del vecindario se dedicaba a la preparación de paños en su casa.

En 1950 la ganadería de Valgañón contaba con 37 yubadas, 44 cerriles, 84 vacas marelas, 52 yeguas y 11 burros.

Este nuevo ayuntamiento sería construido en el lugar donde hasta hacia pocos años se encontraban las escuelas públicas, en la plaza don Pedro Gonzalo del Río.

También contó Valgañón con numerosos comercios y bares, todos ellos ya desaparecidos, durante la segunda mitad del siglo XX.

A su vez este iba al domicilio del vecino que recibía la llamada para dar recado de la hora a la que se iba a producir la llamada, motivo por el cual se le daba al propietario del bar de una "propina" de 25 pesetas.

"Oficialmente" y según el censo son Católicos Apostólicos Romanos los 579 habitantes.

Se derrumbó tras unas obras llevadas a cabo en 1995, dejando este al descubierto.

En cada uno de los paños se abren ventanas trilobuladas que en el interior son pentalobuladas.

Destaca el tímpano esculpido por tres escenas marianas, la Coronación, la Anunciación y la Adoración.

Durante el siglo XVIII se lleva a cabo varias reformas, como la construcción en 1773 de las capillas laterales dando al templo forma de cruz y el baptisterio en la parte sur del templo, junto al pórtico.

En las calles laterales, en un plano inferior al del camarín, se abren hornacinas con las imágenes de San Joaquín y Santa Ana.

Fue donado por Juan Martínez de Maeztu y su esposa María del Valle.

En el centro del retablo se encuentra una tabla pintada con la representación de la Dolorosa a la izquierda y del Apóstol San Juan, María Magdalena, José de Animatea y Nicomedo a la derecha.

El retablo de la capilla tiene una hornacina, hoy vacía, en la que se encontraba una imagen del Salvador.

La talla del Cristo de Bañares, según cuenta la leyenda, fue encargada hacer en Burgos por la Villa de Bañares, pero al ser trasladada desde Burgos a Bañares los bueyes que tiraban del carro se detuvieron al paso por la iglesia de Tresfuentes, negándose a continuar el viaje, es por lo que se decidió que el Cristo se quedase en Valgañon.

Otra versión cuenta que ambas Villas encargaron dos crucifijos en Burgos pero se adelantaron los vecinos de Valgañón a recogerlo y les entregaron el de Bañares por no estar terminado el suyo.

El Altar Mayor cuenta con ocho columnas que lo compartimentan en dos cuerpos de tres calles.

En el ático se incrustó una hornacina con una talla sedente de San Pedro.

No están firmados, se atribuyen al pintor holandés Carel von Savoy.

Como reminiscencia han quedado algunas palabras y apodos usados en la actualidad, algunas de origen vasco y otras que no figuran en el diccionario de la RAE, así como numerosa toponimia tanto mayor como menor.

Estos localismos y riojanismos son entre otros: El desconocimiento de su existencia es absoluto, incluso en la propia sociedad riojana, en la que se considera una forma inculta de hablar propiamente rural.

Si esto no cambia está condenado a desaparecer completamente en pocos años.

El soldado explicó, con su mal castellano, que vivía hace seis días "abandonado al hambre, intemperie e incomodidad".

Al día siguiente, el escribano transcribió fonéticamente el nombre del soldado, quien dijo lamarse "Mihi Adavite, que declaró contar con 40 años y ser de nación alemán, provincia de Hungría".

Tras abandonar las filas de Napoleón fueron sorprendidos por guerrileros españoles a caballo, quienes los desarmaron.

Calle de Valgañón
Plaza Pedro Gonzalo del Río, con el Ayuntamiento y la "Casa Grande al fondo"
Ábside de la iglesia de Nuestra Señora de Tresfuentes.
Iglesia de San Andrés.
Fuente de Tresfuentes
La Casa Grande.