Durante este tiempo, completa su formación musical con el compositor Max Reger.
Vuelve a Checoslovaquia para dirigir la Ópera Municipal de Plzeň.
Funda también la Orquesta Filarmónica Eslovaca en Bratislava, que dirige entre 1949 y 1952.
Entre sus alumnos destacan importantes directores como el citado Karel Ančerl, Milan Munclinger, Jaroslav Krombholc o Charles Mackerras.
Václav Talich sentía predilección por el repertorio checo, especialmente por las obras de su amigo Josef Suk, Dvořák, Smetana, Janáček y Martinů (quien le dedicó su ópera Julieta, o el libro de los sueños ).