Los esfuerzos e inversiones realizadas no han conseguido detener el declive de una especie que se encuentra en una situación dramática.
El plumaje de sus partes superiores es pardo con un jaspeado en negro, el vientre es ligeramente más claro y amarillento.
Los pollos tienen una coloración similar a las hembras, que les permite camuflarse, con un penacho de plumas negras.
[10] Aunque la caza furtiva es cada vez más perseguida y causa menos daños, es la destrucción o alteración del hábitat natural del urogallo lo que provoca su desaparición: De las subespecies peninsulares es el urogallo cantábrico (T. u. cantabricus) la que tiene las peores perspectivas de futuro a medio plazo pues sus poblaciones comienzan a estar aisladas entre sí sin posibilidad de renovación genética.
La población de urogallos en Galicia se considera prácticamente extinguida dado que está aislada del resto.
Se han propuesto diversos planes de actuación pero todos con poco o nulo éxito.
Otros planes han propuesto su cría en cautividad y el cruce genético forzado entre ejemplares de distintas poblaciones.
[cita requerida] La baja altura relativa de su hábitat sobre el nivel del mar, el carácter hiperhúmedo atlántico y la orientación norte no favorecen a la especie.
[cita requerida] Un poema temprano de André Breton se titula Urogallos y fue publicado en 1919.