[1] Se describe como vasija de boca ancha, cuello corto, vientre amplio y tapa (en ocasiones un simple patillo).
[6] El ajuar cerámico incluye urnas cinerarias, frecuentemente con tapadera, y a veces acompañadas del vaso de ofrendas.
Morfológicamente, son vasijas lisas, con pie o base plana y «con tendencia general a perfiles en forma de ‘S’».
[7] Se ha localizado arqueológicamente en las necrópolis de los asentamientos helenos del Mediterráneo.
Tres años después del funeral, los restos son desenterrados para colocarse en una urna de arcilla que volverá a ser enterrada.