Era frecuente que los patrones de medida dentro del mundo griego antiguo variaran según la región y las épocas.
No obstante, la variación se registraba en las unidades fundamentales, manteniéndose usualmente la relación con múltiplos y submúltiplos.
[2] Llegó un tiempo, en que ciertas unidades de medida se encontraron convenientes para el comercio dentro del área del Mediterráneo, y tales unidades se hicieron más y más comunes en las diferentes ciudades.
Asimismo las mediciones y el uso de instrumentos para realizarlas se fueron haciendo más sofisticados con el paso del tiempo.
[3] Las unidades citadas en este artículo se refieren en general a las utilizadas en el Ática en la época clásica (ca.
No obstante, ciertos equivalentes del sistema métrico se han modificado ligeramente, siguiendo fuentes (citadas en las referencias), más precisas y confiables.
Los lapsos durante el día o la noche podían medirse con clepsidras que goteaban a un ritmo constante.