Sin embargo en español y otros idiomas es común el uso de esta palabra para designar a los propios juegos como sinónimo, sentido que recoge el Diccionario académico desde 1884 (y desde 1803 en la variante gráfica olimpiade).Por ejemplo, Tucídides en su Historia de la Guerra del Peloponeso (Libro III, Capítulo VIII) menciona un acontecimiento que tuvo lugar durante «la olimpiada en la cual Dorieo de Rodas obtuvo su segunda victoria».La FIDE organiza en forma similar, pero cada dos años, las Olimpiadas de Ajedrez.El Diccionario panhispánico de dudas publicado por las Academias de la Lengua Española afirma que el término puede pronunciarse de dos modos: como palabra llana y diptongada en la penúltima sílaba, y como esdrújula con tilde en la «i», que marca el hiato en la sílaba donde las vocales se encuentran en contacto.Es llana la articulación mayoritaria de esta palabra en España y se dan ambas formas en América.