Cuando se quiere lavar dinero típicamente se deposita en un pequeño banco local que no presta mucha atención al origen de sus fondos.
[4] Para ello presenta un informe de actividad sospechosa o SAR (del inglés Suspicious Activity Report), un documento que cumple las regulaciones correspondientes.
[6] Por ejemplo, en 2011 JP Morgan pagó 88.300.000 dólares por violar las sanciones económicas contra Irán y otros países sujetos a embargos de Estados Unidos.
[5] JP Morgan también movió dinero de empresas y personas relacionadas con escándalos de corrupción en Venezuela (Aristóbulo Iztúriz, Derwick Associates)[5] y Ucrania.
[7] En 2019 Standard Chartered pagó una multa de 1.100 millones a Estados Unidos y Reino Unido por haber provisto servicio a clientes con conexiones iraníes entre 2012 y 2014.
En 2020 la FinCEN anunció la reforma del sistema que comenzó con la recogida de comentarios.