Esta clase de delincuentes tenía que cumplir ciertas normas en el sistema penitenciario.
El verdadero avance de las organizaciones criminales comenzó en 1988 cuando la Unión Soviética legalizó la iniciativa privada, permitiendo el libre comercio.
[6] La corrupción generalizada, la pobreza y la desconfianza en las autoridades solo contribuyeron al auge del crimen organizado.
En ese año, 1400 personas fueron asesinadas en Moscú, miembros de la delincuencia mataron a empresarios que no le pagaron su dinero, también periodistas, políticos, propietarios de banco y otros opuestos a ellos.
[10] Con la apertura del antiguo Bloque del Este al mundo y la internacionalización de su economía también dieron a la mafia rusa conexiones con otras organizaciones criminales en todo el mundo, como las Tríadas chinas o la italiana Cosa Nostra.
[12] El crimen organizado ruso se ha extendido a muchos otros países, como Israel, India,[13] Hungría, Sudáfrica, España[14] y Tailandia.