Unión de la Juventud Comunista

El año de esta fusión, la UTM fue purgada siguiendo los métodos stalinistas: 34.000 militantes fueron catalogados como "elementos peligrosos", esto significaba la exclusión social, la marginación profesional y, en el peor de los casos, abrir el camino a una investigación penal.

En 1952, Ana Pauker cayó en desgracia por un supuesto "desviacionismo de extrema derecha" (en realidad se debía a luchas internas entre facciones del Partido).

Esto se redujo constantemente con la creciente urbanización: 25% en los años 1960 y menos del 20% en la década de 1980.

Después del alzamiento húngaro de 1956, la UTM comenzó a trabajar más activamente en las escuelas y las universidades.

Los estudiantes habían desempeñado un papel clave en las manifestaciones anticomunistas de 1945-46.

La mitad del primer grupo purgado de la UTM eran estudiantes.

A partir de 10º grado, prácticamente todos estaban en el UTC, la afiliación era automática.

Los que solían ser excluidos o expulsados era porque simplemente no estaban interesados en el trabajo de la UTC.

Esto demuestra la importancia de las organizaciones juveniles para el régimen, puesto que Nicu era considerado el heredero al poder, y también fue un claro indicio de un carácter dinástico y clientelista.

La UTC, como todas las demás organizaciones dependientes del Partido Comunista Rumano, dejaron de existir tras la restauración capitalista.

La membresía era para personas entre los catorce y veintiséis años; miembros de más edad podían convertirse en militantes del PCR.