[4] Esta novela está dedicada a Paulette, esposa del escritor, y a la memoria de una persona bajo las iniciales J. P.[5] La novela inicia con un epígrafe del escritor Franz Kafka de su obra Consideraciones acerca del pecado, el dolor, la esperanza y el camino verdadero, que invitan a la pasividad e inactividad, por las que se obtendrá una recompensa:[6]
Se propone entonces ajustar su vida a un horario y actividades rigurosas con el fin de olvidar lo demás,[20] en cierto modo como su anciano vecino, un hombre también de costumbres,[21] pero fracasa: desea que todo desaparezca,[22] su mirada en el espejo se ha tornado inerte,[23] y ha acabado siendo derrotado por el tiempo.
[26] De acuerdo con el crítico Rubén J. Olivares, esta novela, que al utilizar una narración en segunda persona nos compromete a todos como protagonistas, oscila entre el absurdo y la tragedia, y dan cuenta del sentido que le da el autor a la vida.
[27] Este cuadro es el objeto central sobre el cual gira la primera novela acabada de Perec, El Condotiero, publicada póstumamente en 2012.
[28] Para el crítico Claude Burgelin, las temáticas del tedio y la liberación en la obra proceden justamente desde aquella novela póstuma.
Dirigida por el director Bernard Queysanne, protagonizada por Jacques Spiesser y narrada por Ludmila Mikaël, la película Un homme qui dort se estrenó en Francia el 24 de abril de 1974, y fue galardonada el mismo año con el Premio Jean Vigo a mejor película.