La primera campaña apenas tuvo repercusión en los medios de comunicación del país.
Los concentrados en el lugar exigieron explicaciones a Kuchma sobre la desaparición del periodista Georgiy Gongadze y que se abriese una investigación.
Inmediatamente, la iniciativa empezó a tener una gran acogida y tanto los estudiantes como los activistas opositores mostraron su apoyo.
Los concentrados en el lugar levantaron tiendas de campaña en la plaza y en las calles aledañas.
Ante la escala que estaban tomando los acontecimientos, las autoridades intentaron destrozar las acampadas y recurrir a policías infiltrados para provocar acciones violentas, pero evitando en lo posible disturbios.
Esta decisión previno algunos manifestantes de que se concentraran en un único punto, pero apenas afectó la marcha.
Según Volodimir Chemerys, el Presidente declaró que podría despedir al Ministro del Interior Kravchenko (acusado de la desaparición de Gongadze) tal como los manifestantes exigieron aunque nunca se llevó a cabo.
En respuesta, las autoridades realizaron detenciones masivas por toda la ciudad, centrándose en especial, en los más jóvenes.
Al cabo de un tiempo, todos pasarían a formar alianzas con Nasha Ukraïna.