Estos 175 destructores fueron los más exitosos de los destructores americanos: rápidos, amplios, capaces de absorber enorme castigo y seguir luchando.
Terminada la Segunda Guerra Mundial, más de 14 armadas extranjeras adquirieron estas naves cuya imagen fue familiar en todo el mundo hasta la década de 1990.
[1] Luego de un corto período de entrenamiento en San Diego quedó disponible en el Puget Sound Navy Yard y se dirigió a las isla Hawaianas para ensayar desembarcos anfibios y ejercicios de bombardeo terrestre.
Llegaron a Iwo Jima justo el "día D", 19 de febrero.
Ayudó y acompañó hasta Hagusi al USS Hyman (DD-732) que había sido dañado por un kamikaze.
El Rooks ganó tres estrellas de combate por su actuación durante la guerra.
Durante 1952 se entrenó especialmente en guerra antisubmarina ASW y completó una reparación general.
En febrero de 1953 regresó a Newport vía océano Índico, Mediterráneo y Atlántico Norte arribando a Newport el 11 de abril.
Durante 1956 operó a la cuadra de la costa Atlántica y el Caribe.
En diciembre sirvió en la patrulla de la barrera del Atlántico y con la llegada del año 1957 reasumió sus tareas normales a la cuadra de la costa Atlántica e hizo dos desplazamientos al Mediterráneo incluyendo una visita al Mar Rojo en septiembre de 1958.
Durante 1960 efectuó un viaje de instrucción con guardiamarinas y se desplazó al Mar de Arabia vía Mediterráneo para participar en los ejercicios combinados CENTO.
Efectuó un viaje con Guardiamarinas a Halifax y participó en operaciones de guerra antisubmarina en el Atlántico Norte con recaladas en Porstmouth y Róterdam.