El Tzolkin o Tzolk'in[1] —la cuenta de los días— es el nombre dado a la versión maya del ciclo sagrado de 260 días, constituido por veinte trecenas (o trece veintenas) utilizado en la Mesoamérica precolombina y equivalente al Tonalpohualli azteca.
Fue el mayista William E. Gates quien acuñó el nombre tomando como base del (del idioma quiché: ch'ol q'iij ‘el orden de los días’), de esta forma los investigadores y especialistas han admitido el término tzolkin,[2] ya que su verdadero nombre es desconocido.
Las estelas más antiguas que fechan los acontecimientos empleando este calendario —en combinación con el solar— datan de la época zapoteca en Oaxaca (500 a. C.) y se han hallado en lugares como Monte Albán.
El más temprano registro inequívoco es la fecha 7 Venado encontrada en la pintura mural en el sitio de San Bartolo, Guatemala, datada a siglo 3 a. C.,[4] pero es evidente que el origen del ciclo de 260 días es mucho más antiguo.
La datación de las primeras construcciones indica que estaba en uso hacia 1100 a. C.[5] El propósito de un calendario que no tiene una relación obvia con ningún ciclo astronómico ni geofísico es desconocido, si bien se han formulado numerosas teorías al respecto.
Barbara Tedlock sugiere que el tzolk'in está relacionado con la gestación humana contándose el tiempo transcurrido entre la última falta menstrual y el parto, período consistente con la regla de Naegele que establece un tiempo de 40 semanas (280 días) desde la última menstruación.
Incluso se ha postulado que el ciclo de 260 días fue establecido por las matronas para predecir la fecha del nacimiento.
[6] Varios estudiosos, entre ellos Vincent Malmström (1973) siguiendo ideas propuestas por Zelia Nuttall (1928), Ola Apenes (1936) y otros, sugieren que el tzolkin está relacionado con el tránsito del sol.
Todo lo anterior está influido por la astrología tipo John Major Jenkins y José Argüello, y las traducciones al español están adaptadas a su pensamiento; no son traducciones sino adaptaciones a su sistema de pensamiento.