En 1911 se casó con un próspero abogado de nombre Adriaan Christiaan Frederik (Frits) Schröder (1878-1923).
Este último publicó en 1924 el inspirador libro Die neue Wohnung: Die Frau als Schöpferin (El nuevo apartamento: la mujer como creadora) y ella poseía una copia en su biblioteca con numerosas anotaciones.
Para realizar la reforma, Truus Schröder contactó a Gerrit Rietveld (1888-1964), ya que le habían llamado la atención las remodelaciones que había hecho en locales comerciales de Utrecht.
La idea original era vivir en Utrecht, seis años más hasta que los niños terminaran la escuela y luego mudarse a Ámsterdam.
Esto implicaba una ruptura frontal con las jerarquías del espacio doméstico tradicional.
La omite por ejemplo, Henry-Russell Hitchcock en Modern Architecture (1929) o Bruno Zevi que en su Poetica dell’architettura neoplastica (1953) habla de la Villa Rietveld, sin citar a Schröder ni como clienta ni como autora.
Un caso particular es Jean Badovici, marido de Eileen Gray, en el artículo que le dedica a la casa apenas terminada en L’Architecture Vivante en 1925 y donde ella aparece como coautora.
Ella vivió allí por más de 60 años hasta 1985 cuando murió a los 95.
La casa, uno de los emblemas del Movimiento Moderno, fue dañada durante la Segunda Guerra Mundial y posteriormente reparada.
Para la restauración de la casa, Schröder eligió al arquitecto Bertus Mulder que había trabajado con Rietveld.
[7][4] Ese mismo año, An Harrestein les encargó la renovación de la habitación familiar en Ámsterdam.
[7][4] Entre 1930 y 1934 realizan dos bloques de viviendas en la calle Erasmus (frente a la casa Schröder) que fueron parcialmente financiados por Truus Schröder y donde aplicaron principios similares a los de la casa: los espacios se comunican con paneles movibles.
El afiche que las promocionaba destacaba que estaban realizadas por los arquitectos Rietveld y Schröder e indicaba como dirección de contacto a la famosa casa de ellos.
El proyecto de 15 departamentos se llamó Ekawo, y para las jornadas de puertas abiertas, tres arquitectas fueron invitadas a presentar apartamentos modelo: Ida Falkenberg-Liefrink, Johanna van Regteren Altena y Truus Schröder-Schrader.
La Segunda Guerra Mundial supuso una interrupción de las actividades del estudio.