En este libro, Zevi establece siete principios o «antirreglas» para codificar el lenguaje arquitectónico creado por Le Corbusier, Gropius, Mies van der Rohe y Wright.
[4] Zevi sostenía en Saper vedere l'architettura que el espacio es esencial tanto para la definición como para la apreciación de la arquitectura.
[6] Zevi sostenía que este espacio está animado por los gestos y las acciones de quienes lo habitan.
[7] Zevi participó en el influyente Simposio Internacional de Arquitectura «Mensch und Raum» (Hombre y Espacio) en la Universidad Tecnológica de Viena (Technische Universität Wien) en 1984, al que también asistieron Justus Dahinden, Ernst Gisel, Jorge Glusberg, Otto Kapfinger, Frei Otto, Ionel Schein, Dennis Sharp, Paolo Soleri y Pierre Vago.
Zevi era tan crítico con cualquier tendencia clasicista de la arquitectura moderna que incluso criticaba a los arquitectos que admiraba: «Cuando Gropius, Mies y Aalto produjeron [edificios simétricos] fue un acto de rendición.
[9] También criticó el uso de la luz artificial, afirmando que es ofensiva y antitética con los valores arquitectónicos.
En 1979 es elegido presidente emérito del "Comitato Internazionale dei Critici di Architettura"(CICA).