En la antigua ley sueca, trolleri era un tipo particular de magia usada para provocar daño.Debería advertirse que términos escandinavos como trolldom (brujería) y trolla/trylle («realizar trucos de magia») no implican relación alguna con los seres mitológicos.Más aún, en las fuentes de la mitología escandinava, troll puede significar cualquier ser extraño, incluyendo pero no limitado a los gigantes nórdicos (jötnar).En Skáldskaparmál, el poeta Bragi Boddason encuentra una trol femenina que le saluda con estos versos: El antiguo significado original de la palabra troll parece haber pervivido algún tiempo después de que la antigua literatura escandinava fuese documentada.En algunos relatos noruegos, tales como la balada medieval Åsmund Frægdegjevar,[2] los troles viven en una lejana tierra norteña llamada Trollebotten, cuyo concepto y ubicación parecen coincidir con el antiguo Jötunheimr escandinavo.Un forma frecuente de reconocer a un trol con aspecto humano en el folclore es fijarse mejor en lo que visten: en particular, las trol iban a menudo vestidas demasiado elegantemente para ser humanas que se mueven con frecuencia por el bosque.A veces solo podía oírseles hablar, gritar y hacer ruido, o el sonido de su ganado.Una noción bastante frecuente es que a los troles les gustaba aparecer como bolas de hilo rodantes.Sin embargo, los troles podían provocar mucho daño cuando eran vengativos o juguetones, y a pesar de otras cosas siempre eran paganos.Los troles también eran grandes ladrones, y les gustaba robar la comida que los granjeros almacenaban.Ocasionalmente, los troles robaban incluso un bebé recién nacido, dejando a su propio vástago, un (bort)byting («niño cambiado»), en su lugar.Esto podría reflejar una visión pasada de los troles como criaturas claramente malvadas que se suavizaría en el folclore posterior (véase más arriba), o ser solo otro ejemplo de relatos fantásticos exigiendo dimensiones fantásticas.A menudo se les considera poco inteligentes (especialmente a los masculinos, pues las femeninas o trollkonor pueden ser bastante astutas), muy fuertes, de grandes narices, brazos largos, peludos y no muy hermosos (siendo de nuevo las féminas una excepción, al ser con frecuencia bastante atractivas).En la literatura infantil sueca, los troles no son malos por naturaleza, sino primitivos e incomprendidos.Es este un recurso pedagógico usado para explicar las bacterias por el autor noruego Torbjørn Egner en su historia Karius og Baktus.Los neandertales bien pueden haber sobrevivido en épocas históricas y puede que se les recuerde como troles, pero hay pocas evidencias a favor de esta teoría.Hay cierta especulación sobre si la famosa historia Rumpelstiltskin surgió a partir de un cuento popular sobre troles que guarda muchas similitudes.Aunque la historia original del trol incluye a un predicador que contrata a un trol para construir una iglesia en lugar de una mujer que necesita hilar paja en otro, el elemento central de un pacto que debe ser satisfecho adivinando el nombre de la otra parte, y la subsiguiente muerte del trol o ser cuyo nombre es adivinado resulta central en ambas historias.También hay un barrio en la parte noreste de Fargo, Dakota del Norte, llamado Trollwood.Tienen una tendencia cultural hacia la violencia, y su inteligencia es inversamente proporcional a la temperatura, haciéndoles bastante estúpidos en climas templados.Los «troles de seguridad» son también mencionados en varios lugares: aparentemente pueden ser contratados como guardias.Son monstruos peludos de inmensa fuerza y poca o ninguna inteligencia.Bandas como Finntroll, Faanefjell, Aktarum o Nogroth, entre otras, son claros ejemplos de esto.