La película narra la historia de Jess y unos amigos que, tras naufragar en alta mar, abordan un misterioso transatlántico.
En Estados Unidos y algunos otros países la película fue lanzada como una producción directa a DVD.
[3] Tras lo anterior, Jess decide aceptar la invitación de Greg (Michael Dorman), un cliente del restaurante donde trabaja, para pasear en el Triangle, su yate, junto a unos amigos: su compañero Victor (Liam Hemsworth), Sally (Rachael Carpani) y su esposo Downey (Henry Nixon) y una amiga de estos, Heather (Emma Lung).
Cuando Jess llega al muelle, estos la notan perturbada y descolocada, sin embargo tras dormir algunas horas despierta más animada.
Jess huye aterrada hasta la cubierta, donde lucha con el asesino y sale victoriosa.
Tommy derrama pintura en el piso al ver a esta Jess por la ventana, esto hace que su versión más joven lo golpee e insulte, mientras limpia el piso y señala como se arrepiente de haberlo tenido y cuanto desea «tener solo un día para ella nada más».
Arrepentida de sus actos, Jess decide tomar su lugar matándola a golpes con un martillo frente a Tommy, quien sufre una crisis de pánico, posteriormente pone el cadáver en un enorme bolso que mete en el maletero del auto y conduce fuera de la ciudad con su hijo en el asiento trasero, siendo estos los eventos vistos al inicio.
Mientras viajan, una gaviota se estrella contra el auto y cuando Jess la arroja junto al camino descubre muchas copias del ave muerta, comprendiendo que sigue en el bucle, por lo que se apresura a salir de la ciudad e intentando aún calmar a Tommy se descuida y choca contra un camión que destroza su auto.
Quería hacer una película cíclica que explorara el Déjà vu evitando usar los mismos elementos vistos en Jacob's Ladder.
La película fue filmada en sets y en locaciones en Queensland, Australia; los sets incluyen el exterior de un crucero, que Smith insistió en construir ya que consideró importante no abusar del uso de pantallas verdes.
[30][31] Otro personaje que, según Ryan Lamble, podría evocar un mito griego es el del taxista, que aparece en escena como viniendo de la nada para llevar a Jess de vuelta al muelle.
Smith ha declarado que en Triangle trató de hacer plausibles tres distintos enfoques interpretativos: primero, la explicación sobrenatural; luego la idea que Jess esté sufriendo un colapso y, por último, la hipótesis de una conmoción cerebral resultante del accidente.
[31] Sea como fuere, según cierto sector de la crítica, para completar el rompecabezas tampoco sería imprescindible tomar notas sobre lo que sucede: «La trama se resuelve de forma tan brillante que la película podría exhibirse en sesión doble consigo misma».
[27] Para Variety, la película solo cobra algún sentido «si se la circunscribe a su propio universo de fantasía».
Una verdadera joya narrativa cuyas sombras hacen todavía más inextricable el punto de vista (...); un pequeño prodigio del cine fantástico, hecho de ese mismo material sulfuroso que uno desearía haber descubierto en la gran pantalla».
Y sentencia: «Triangle acaba naufragando en un turbulento argumento por el que navegan a la deriva personajes fallidos».