Esta característica demográfica tiene implicaciones importantes para las políticas de educación, empleo y desarrollo social.
En El Salvador, la población también está altamente urbanizada, con aproximadamente el 70% de los salvadoreños viviendo en áreas urbanas.
La población hondureña muestra una tendencia creciente hacia la urbanización, con aproximadamente el 60% viviendo en áreas urbanas.
El Salvador, Guatemala y Honduras han experimentado un crecimiento económico moderado en la última década.
Este experimento busca diversificar las fuentes de ingreso y atraer inversiones tecnológicas.
[3] Guatemala, por su parte, ha visto un crecimiento en sectores clave como la agricultura, infraestructura urbana y el turismo.
En 2023, el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) alcanzó niveles superiores al promedio regional, reflejando una recuperación económica post-pandemia y una creciente confianza de los inversores.
En El Salvador, el presidente Nayib Bukele ha lanzado una serie de reformas para combatir la corrupción y mejorar la seguridad.
Según la Organización de Naciones Unidas, en el año 2011 se registraron 39 homicidios por cada 100.000 habitantes en Guatemala, 69 en El Salvador y 92 en Honduras.