Costa Rica también sigue el mismo patrón, aunque con un decrecimiento de una década previa y con restas más grandes.
[10][4][5] Mestizos (86,3%) Blancos(12,7%) Indígena (0,2%) Asiático (0,8%) Mestizos (68%) Blancos(15%) Indígena (8%) otro (2%) La composición étnica de El Salvador es la manera en la que se constituye étnicamente y antropológicamente la población de dicho país, el núcleo primordial es un mestizaje entre tres raíces fundamentales: la indígena, la española y la negra que posteriormente fue enriquecida por la inmigración de españoles, italianos y árabes.
En la actualidad los mestizos son el grupo étnico más numeroso de El Salvador, incluyendo a pardos y blancos que se identifican como mestizos Hoy en día, muchos salvadoreños se identifican culturalmente como parte de la población mestiza salvadoreña mayoritaria, incluso si son étnicamente de origen europeos (especialmente mediterráneos), así como pueblos indígenas en El Salvador que no hablan lenguas indígenas ni tienen una cultura indígena, y tri -racial/pardo salvadoreños o árabes salvadoreños.
Tras el arribo de los conquistadores españoles, la población indígena se redujo drásticamente debido a las epidemias y la guerra.
En la actualidad, persisten los siguientes pueblos indígenas: pipiles, ubicado en el occidente y centro del país; lencas, ubicado al este del río Lempa); y pequeñas poblaciones de cacaopera en el Departamento de Morazán.
Sin embargo, los españoles nacidos en América (criollos) desempeñaron un papel secundario dentro del sistema, siendo los peninsulares quienes tenían derecho a los altos cargos políticos, religiosos y militares.
Es por esta razón que fueron los criollos quienes iniciaron los movimientos independentistas a principios del siglo XIX.
Según registros históricos, los franceses eran el tercer grupo de extranjeros en el país, solo superados por españoles e italianos.
Los primeros alemanes en El Salvador se unieron a sus familias en su mayoría ricas en 1870 y establecieron cafeterías.
En ese momento El Salvador había implementado las reformas liberales que atrajeron a miles de inmigrantes de Europa, Medio Oriente y Asia, así como la inmigración alemana en el país, más familias emigraron a El Salvador y también se distribuyó la tierra agrícola.
Los principales asentamientos de estas familias fueron las zonas cafetaleras y también grandes ciudades como Nueva San Salvador ahora conocida como Santa Tecla, San Salvador, Departamento de Chalatenango, Cuscatlán, departamento de Usulután y otras áreas donde los inmigrantes alemanes vieron oportunidades económicas en el país, se destacaron en la industria, el comercio y la agricultura.
Entre 1890 y 1891 se registró el segundo pico más alto, cuando ingresaron a El Salvador 6500 italianos, la edad promedio rondaba los 20 a 30 años, y las ocupaciones más numerosas eran comerciantes, obreros, agricultores, sacerdotes, monjas, maestros.
Los primeros italianos que ingresaron al país se establecieron en Santa Ana y Departamento de San Miguel (El Salvador).
Los italianos del sur se asentaron principalmente en el Departamento de San Miguel (El Salvador), Santa Ana, San Salvador y otros departamentos del país, donde se destacan varias ciudades, Santa Tecla fue la que recibió mayor peso demográfico debido a la inmigración italiana, desde que se convirtió en la capital llegaron diversas comunidades italianas.
En los demás departamentos del país se asentaron grupos minoritarios pero visibles de italianos.
Varios de los destinos que eligieron los libaneses en ese momento fueron en países del continente americano, entre ellos El Salvador.
Esto dio como resultado que los residentes de la diáspora árabe se caracterizaran por forjarse en familias cristianas devotas y muy apegadas a sus creencias, pues en estos países pueden ejercer su fe sin temor a la persecución, lo que resultó en el auge de los pueblos libanés-salvadoreño, sirio-salvadoreño y Comunidades palestino-salvadoreñas en El Salvador.
Aunque la administración imperial, cuya religión oficial era el Islam, garantizaba la libertad de culto para las comunidades no musulmanas, y el Líbano en particular tenía un estatus semiautónomo, la situación para los practicantes de la Iglesia católica maronita era complicada, ya que tuvieron que cancelar impuestos exagerados y sufrieron limitaciones por su cultura.
En 1939, la comunidad árabe radicada en San Salvador organiza y funda la “Sociedad Unión de la Juventud Árabe” [37] Hay una pequeña comunidad de judíos que llegaron a El Salvador desde Francia, Alemania, Marruecos, Túnez y Turquía.
Posteriormente, el primer judío alemán documentado llegó al país en 1888, según la académica Jessica Alpert.
[40][41][42][43] En la actualidad la comunidad judía en El Salvador es bastante pequeña, no obstante hay un número considerable de descendientes y han destacado en la sociedad, como lo son varios empresarios y políticos de origen judío, como Ernesto Muyshondt.
A la vez resultó ser un homenaje a las caravanas gitanas que alguna vez pasaron por Santa Ana, Sonsonate, Nahulingo, Usulután, Santiago de María, Chalatenango, San Miguel, El Salvador, La Unión y muchos otros pueblos, calles, ciudades y territorios de El Salvador.
[44][45] Los afrodescendientes salvadoreños, llamados Pardo (casta) y, a veces, afro-mestizos en la época colonial, son descendientes de la población africana que fue esclavizada y enviada a El Salvador para trabajar en minas en regiones específicas de El Salvador.
[46][47][48][49][50][51] Los diferentes estudios genéticos muestran que la población salvadoreña es homogénea, sin ninguna variación significativa entre las distintas regiones del país.
[52][53] En el estudio genético titulado «Genomic Components in America's demography», en el que participaron genetistas de todo el continente y Japón, encontraron que la composición genética promedio del salvadoreño promedio es:[54] En 2008, Oliveira Godinho, de la Universidad de Brasilia, realizó el estudio O impacto das migrações na constituição genética de populações latino-americanas, un análisis de compilados genéticos definidos en diferentes países latinoamericanos, obteniendo los siguientes resultados para América Central:[55] En 2016 se realizó el estudio Admixture in the Americas Regional and National Differences en el que se mostraron los siguientes resultados:[56] El estudio Admixture and genetic relationships of Mexican Mestizos regarding Latin American and Caribbean populations based on 13 CODIS-STRs encontró que la mezcla genética de algunos países centroamericanos era la siguiente:[57] El estudio «The genetic male legacy of El Salvador” de Lovo-Gómez et al.
El haplogrupo más frecuente en la población de las áreas urbanas fue el europeo R1b (con un porcentaje del 43%), seguido por el indígena Q3 (actualmente llamado Q1b1a1a; con 31,2%), el asiático P (con 7,5%), y el africano BR (actualmente BT; con 4,3%); mientras que en las muestras rurales, consideradas en su conjunto, el más frecuente fue el haplogrupo indígena Q3 (con 49,3%), seguido por R1b (con 23,9%), P (con 10,4%), y BR (con 7,5%).
[58] En el estudio «Population data for 12 Y-chromosome STR loci in a sample from El Salvador» de Monterrosa et al.
[59] El estudio «Mitochondrial Echoes of First Settlement and Genetic Continuity in El Salvador» de Salas et al.
[60] En el estudio «Population analysis of complete mitogenomes for 334 samples from El Salvador» de Aizpurua-Iraola et al.
[61] Una encuesta poblacional hecha por UCA en el 2019 reveló que el 41,3% son católicos, 37,2% evangélicos , 2,8% y 18,7% es ninguna/ateo o agnóstico.