Trauma psíquico

La reacción emocional durante el evento es de terror u horror, indefensión e impotencia.

[3]​ El primero en empezar a extender el concepto de incluir en la génesis de un trauma los aspectos emocionales, fue Charcot, quien sugiere: "Es siempre necesario, al lado del "traumatismo" (por lo que se refiere al suceso traumático), considerar el factor que, muy probablemente, ha jugado un papel más importante en la génesis de los accidentes, (quiere decir los síntomas subsecuentes a la ocurrencia) que la herida misma.

Esta revisión del año anterior continuó hasta que la enfermedad llegó a su punto final, en junio de 1882"[5]​ Adicionalmente, Breuer nota una nueva situación: la aparición de síntomas en algún momento determinado no parece ser debida a un trauma en el sentido hasta ahora dado, de un acto externo, que realmente amenaza la vida o el sentido del ser del individuo.

En el sueño, ella es incapaz de evitar que la serpiente se acerque al padre.

Quizás, se puede especular, la importancia del incidente traumático no es tanto en su impacto obvio, físico, sino en su capacidad de evocar respuestas profundamente emocionales.

Lo primero que ella pensó fue "ahora él está libre para estar conmigo".

Freud postula que incidentes tales como los anteriores son traumáticos no solo porque evocan una emoción fuerte, sino porque hay otra emoción, igualmente fuerte, que se le opone: el deseo por el marido, opuesto al sentido de decencia y respeto por la hermana.

En esa búsqueda, Freud genera los conceptos de Pulsión como la energía que mantiene los procesos mentales y una concepción de la mente que no es ni totalmente racional ni con una estructura unitaria (ver: Ego, Superego e Id).

En otras palabras, para Freud, un trauma no es producto de un incidente, por fuerte o dramático que sea, o una emoción, sino de por lo menos dos, que están, junto a las ideas y deseos asociados, en conflicto.

El concepto de trauma psíquico implica un permanente interjuego entre mundo externo y mundo interno; lo traumático es consecuencia de una específica interacción entre lo fáctico, los hechos, y la forma en que es vivido por el psiquismo.

La visión que Freud nos presenta del trauma y sus antecedentes —en realidad, de la mente— ha sido llamada dialéctica.

La definición bio-neuro-fisio-psicológica del trauma psíquico o psicológico es: Por lo menos en parte como una reacción contra los niveles de complejidad introducidos por la visión del psicoanálisis, el conductismo simplificó —algunos alegan que sobre simplificó—[cita requerida] no solo la terminología, sino también la conceptualización de la problemática.

Es, por ejemplo, difícil en la literatura de esta escuela encontrar referencias a algo denominado trauma.

S. Fisher explica: “cuando se enfatiza una aproximación psicogénica" — a las enfermedades[12]​ —... "estamos, esencialmente considerando un modelo probabilístico en el cual los factores estresantes crean un riesgo”.

Desde este punto de vista, se considera un trauma cualquier suceso estresante extremo, algo fuera del ámbito de la experiencia humana normal, al menos para el grupo social al cual el individuo pertenece, y que produce consecuencias negativas tanto en la conducta como las emociones del individuo, problemas o síntomas que se ven como debidos a trastornos de ansiedad.

Desde esta perspectiva, y aunque en general se acepta que el estrés es un factor al menos contribuyente en la génesis y evolución de muchas enfermedades, tanto fisiológicas como mentales, se reconocen tres síndromes específicos debidos a exposiciones a tales situaciones extremas: trastorno por estrés postraumático, trastorno por estrés agudo y el trastorno traumático del desarrollo.

Este “crecimiento postraumático” parece deberse a cambios en la manera que la persona se concibe a sí mismo como de su relación con otros, y va acompañada en general de cambios profundos en cuestiones filosóficas, espirituales o religiosas.

Ellos aducen que esos cambios positivos incluyen mejoramiento en las relaciones, nuevas posibilidades en la vida personal, mejor apreciación de la vida, un sentido mayor de fortaleza personal y desarrollo espiritual, y que aparentemente hay una paradoja básica comprendida por los sobrevivientes de un trauma que reportan ese crecimiento postraumático: sus pérdidas también han producido ganancias invaluables.

Ellos también encuentran más fácil llegar a intimar con otros y tienen grados mayores de compasión con aquellos que experimentan dificultades”.

Es conveniente tener presente que Calhoum y Tedeschi no están sugiriendo que tal crecimiento es fácil o libre de sufrimiento: el crecimiento postraumático puede ocurrir en un contexto de considerable sufrimiento y problemas psicológicos, por lo tanto, no se debe focalizar en este aspecto a costa de minimizar o menospreciar esa pena y ese sufrimiento.

Imagen en donde se representa como el individuo se hunde en sus pensamientos