El tratado se firmó con el objetivo de crear una coalición antirromana que pudiera destruir a la fuerte república.
Durante las primeras batallas, Aníbal se alzó con unas sorprendentes y fulminantes victorias frente a las legiones romanas.
Mientras la guerra proseguía en Hispania encabezada por los comandantes Asdrúbal y Magón, Aníbal combatía a la República en el mismísimo territorio itálico.
El rey macedonio mientras, observaba la expansión territorial romana por la costa oriental del mar Adriático.
Muchas islas y ciudades costeras griegas (como Apolonia o Corfú) estaban apoyadas por Roma.