Tratado de Monzón

[2]​ Los españoles las aprovecharon para atizar una rebelión que les permitió apoderarse del valle en el verano de 1620.

Un año después se firmaba entre España y Francia el efímero Tratado de Madrid.

La paradoja de que un cardenal (Richelieu) atacase a tropas del papa fue recalcada tanto por Roma, como por España y los católicos franceses.

Los montañeses podrían elegir sus propios magistrados y jueces, si bien los escogidos debían contar con el beneplácito grisón.

[7]​[8]​ El tratado no aclaró, sin embargo, quién podría cruzar el valle;[9]​ permitía que tanto Francia como España lo utilizasen.

[10]​ El tratado disgustó hondamente a los aliados de Francia (Holanda, Inglaterra, Venecia, Saboya y los grisones).

Todos habían creído que Francia trataba de ayudarlos cuando en realidad Richelieu únicamente buscaba beneficiar a su país.

Holandeses e ingleses se sintieron frustrados porque entendían que Richelieu les había engañado haciéndoles creer que buscaba ligarse con ellos contra España mediante el Tratado de Compiègne y el matrimonio de Enriqueta María con Carlos I.