Los trastornos disociativos se definen como aquellas condiciones que conllevan disrupciones o fallos en la memoria, conciencia, identidad, emoción, representación corporal, control motor, conducta y percepción que van más allá de los rangos normales.
[1][2][3] Esta clasificación excluye las experiencias detonadas por sustancias u otras causas orgánicas como lesiones o enfermedades del sistema nervioso.
[2][4] Las experiencias disociativas pueden ser detonarse por las causas antes mencionadas, pero se clasifican como secundarias o de otra forma.
[10][11][12] Sin embargo, algunas categorías de DD pueden formarse debido a traumas que ocurren más tarde en la vida y no están relacionados con el abuso, como la guerra o la muerte de un ser querido.
[19][20] La psicoterapia suele incluir hipnosis (para ayudar al paciente a recordar el trauma y superarlo), arteterapia creativa (utilizando el proceso creativo para ayudar a una persona que no puede expresarse), terapia cognitiva (terapia de conversación para identificar creencias o comportamientos poco saludables y negativos) y medicación (antidepresivos, sedantes o ansiolíticos).