[4] Entre los síntomas del trastorno se incluyen: un poderoso deseo por consumir opioides, un aumento en la tolerancia a los mismos, dificultad para cumpilir con compromisos y obligaciones, problemas para reducir su consumo, además del síndrome de abstinencia que aparece con la suspensión del consumo.
[1][2] La abstinencia a opioides puede provocar varios síntomas entre los que se incluyen náuseas, dolores musculares, diarrea, dificultad para dormir, agitación y mal humor.
[14] Las complicaciones pueden incluir sobredosis, suicidio, VIH/SIDA, hepatitis C, problemas matrimoniales y desempleo.
[1][2] Entre los opioides se incluyen sustancias como la heroína, morfina, fentanilo, codeína, tramadol, oxicodona y la hidrocodona entre otros fármacos análogos.
[1] Se descartan los criterios de tolerancia y abstinencia si la persona está consumiendo opioides según una indicación médica.