Su topónimo procede del latín turris (torre) y estaría asociado a la existencia de una torre de vigilancia dentro del sistema defensivo del territorio y del control de la calzada que pondría en comunicación la ciudad de Toledo con Madrid y con Alcalá de Henares y Guadalajara, en esos momentos en que el territorio es zona límite entre los reinos cristianos y musulmanes.
Así ocurre no solo en Torrejón de la Calzada, sino en Humanemos, Loranca, Fragacedos, Alba y otras muchas pequeñas aldeas de la zona que se despueblan en la segunda mitad del siglo XIV y comienzos del XV.
A finales del siglo XV y comienzos del XVI, hay un esfuerzo por el concejo de Madrid para poblar los lugares despoblados de su territorio, unos prosperan y otros fracasarán.
Así Fregacedo tendrá una corta existencia entre 1480 y 1520 aproximadamente; Humanejos iniciará un momento de doblamiento a partir de 1480 que durará hasta 1650 y Torrejón de la Calzada iniciará también su doblamiento en el primer tercio del siglo XVI con más suerte que los otros ya que continuará su vida hasta la actualidad, si bien con una población exigua de alguna manera condicionada por la limitación territorial.
Añade que ese momento hay quince vecinos, por lo cual solicita se le ampare de sus derechos y se autorice la continuidad de la puebla.
La justicia del Rey da la razón al Concejo de Madrid para que continúe con los avecindamientos y, aunque no se conoce hasta el momento el documento fundacional, Torrejón de la Calzada inicia su andadura como lugar de Madrid que ejercerá su señorío jurisdiccional concediendo vecindades, nombrando justicias (alcaldes) y entendiendo en sus pleitos.
Será en este lugar de corto vecindario, oscilando entre los veinte y cuarenta y cinco vecinos (entre setenta y ciento sesenta personas), que se dedicarán en número importante, para tan corto vecindario, al oficio de mesoneros.
Los conflictos para incorporarse dicho territorio van a durar hasta la segunda mitad del siglo XVII y de todo el siglo XVIII, y al final será la villa de Parla quien lo incorpore.
Hacia mediados del siglo XIX, el lugar tenía contabilizada una población de 191 habitantes.
El polígono industrial se está viendo incrementado con la ampliación del mismo y la consiguiente construcción de nuevas naves.
En la actualidad contaremos con unas 200 industrias ubicadas en él y en algún lugar diseminado.