Anunciaba el “glorioso futuro del comunismo”, pero debido al encareciemiento de los materiales a consecuencia de la guerra civil rusa nunca llegó a ser edificada.
Consistiría en una estructura espiral de hierro y acero, volcada hacia un lado en el ángulo del eje terrestre, conteniendo en su interior cuatro estructuras de vidrio con diferentes formas: un cubo, una pirámide, un cilindro y media esfera.
El cubo completaría su giro en un año, la pirámide en un mes, el cilindro en un día y la semiesfera en media hora.
[4] Según T. M. Shapiro, que ayudó a Tatlin en la construcción del modelo de la torre, sus dos enormes curvaturas inferiores habían sido ideadas para colocarse a horcajadas sobre el río Nevá.
Emblema de la “utopía socialista”, el monumento se imaginaba como un faro que alumbra el nuevo mundo.