En su solar se construyó en 1905 la sede porteña del Banco Español del Río de la Plata, que tuvo también edificios de aspecto idéntico en otras ciudades argentinas.
El Secretario de Planeamiento Enrique García Espil adujo que con el emplazamiento de la torre se pretendía dar un nuevo impulso al área de la city porteña, reteniendo en ella las sedes de numerosos bancos que habían comenzado a mudarse a otros barrios.
[1] Hacia enero de 2000 la demolición del edificio del Banco Español, considerado de valor histórico, pero sin un resguardo legal que lo hubiera protegido del emprendimiento del Banco Galicia, tuvo una fuerte repercusión en los medios, en donde varios expertos en patrimonio y conservación criticaron duramente el aval del gobierno de Buenos Aires al proyecto de MRAyA,[2] que fue modificado para conservar las alas laterales de la fachada original.
Elementos del interior, como el vitraux que adornaba la claraboya central del Banco fueron guardados y conservados para ser donados al Museo de la Ciudad de Buenos Aires.
Cuenta con 33 plantas y alcanza una altura de 160 metros.