En 1905 inauguró su casa central en la esquina de las calles Reconquista y Cangallo (hoy Tte.
Perón) de Buenos Aires, obra del ingeniero y arquitecto argentino graduado en París Carlos Agote.
Por ello la vocación de aparecer como edificios solemnes, expresando protección y poderío.
Por lo demás, el banco se organizó en dos plantas, alcanzado los 14 metros de altura, y en dos partes, claramente divididas sobre la avenida.
La primera, destinada al banco propiamente dicho; la segunda, para que funcionara la casa del gerente, según se estilaba entonces.
A fines de 1999 el edificio fue comprado por el Banco Galicia y el estudio Mario Roberto Álvarez diseño el edificio que hoy conocemos como Torre Galicia Central que consiste en una torre de oficinas de una altura por lejos mayor a todas las existentes en la zona, se retira varios metros del frente y deja la esquina abierta como expansión de la vereda tomando una escala más urbana en la entrada con un semicubierto, al frente sobre las calles Perón y Reconquista dejan las paredes de lo que fue el antiguo edificio.
Estas excavaciones arqueológicas se llevaron a cabo en cinco etapas, abarcando un área de 151 metros cuadrados, que incluyó 40 cuadrículas y tres pozos.
Para comprender completamente estos artefactos, los arqueólogos tuvieron que seguir las huellas de la infraestructura doméstica antigua, lo que les permitió estudiar la compleja historia constructiva del sitio, especialmente en las áreas menos perturbadas y más intactas.
Los carbones recuperados proporcionan información valiosa sobre el manejo del paisaje, recursos combustibles y dieta a lo largo de los siglos.
El resto eran construcciones modestas con techos de paja y ocasionalmente con tejas a partir del siglo XVII.