Toro Sentado

Su infancia transcurrió sin sobresaltos, y era llamado por sus amigos «Slow» (el sosegado), ya que tenía una conducta muy meticulosa.

[1]​ Sin embargo, a los doce años demostró su intrepidez cuando montó un joven búfalo que había tratado de embestirle, y por esa hazaña su padre organizó una fiesta en su honor.

Dicho objeto tenía un significado especial para los indígenas, ya que si el joven lograba golpear a un enemigo en batalla, le podría dar mucho prestigio.

El apelativo hace alusión a la tozudez del animal cuando se encuentra sentado en sus ancas.

[2]​ A la edad de quince años, el joven guerrero sufrió su primera herida en batalla.

[3]​[4]​ Ese mismo año, la señorita Fanny Kelly cayó como rehén de los siux por cinco meses, y pudo conocer a Toro Sentado.

Dos años después —ya respetado y reconocido por su arrojo, a lo que se sumaban las cualidades innatas de diplomático y buen orador—,[6]​ fue elegido como el jefe máximo de la nación siux, mientras que Caballo Loco le seguía en el mando.

Ante la amenaza, algunos jefes tribales decidieron vender sus tierras, como lo hicieron aquellos que ya se habían asentado en las reservas, como Spotted Tail y Nube Roja;[3]​ Toro Sentado, por el contrario, decidió defender lo suyo.

Precisamente, los lakota consideraron que no podían enfrentarse a los militares por sí solos, por lo que Toro Sentado hizo un llamamiento a otras tribus —entre ellos los cheyenne, arapajó, miniconjou, sans arc y brulé—[3]​ al sitio de Rosebud Creek en el Territorio de Montana.

Se estima que el número de indígenas reunidos llegó a quince mil almas.

Se dice que terminó el ritual al mediodía siguiente cuando cayó exhausto.

[9]​ Un mes después, Toro Sentado mantuvo una entrevista con el coronel Nelson Miles, que terminó en un intercambio de disparos entre ambos bandos.

Para el mes de septiembre, mientras los indígenas se habían dispersado por la caza del búfalo,[9]​ el general George Crook atacó una villa siux ubicada en Slim Buttes, cercana a los campos mineros de Black Hills, en la que se ejecutó indiscriminadamente a hombres, mujeres y niños.

Por otra parte, los periódicos canadienses comenzaron a difundir noticias falsas de una supuesta confabulación de Toro Sentado con otras tribus locales, para organizar un ataque en los Estados Unidos y generar otros disturbios.

James Walsh, oficial canadiense que se relacionó con Toro Sentado en ese país, se expresó acerca del jefe siux en estos términos: «No era el criminal que algunos informes describían.

Sin embargo, el gobierno ignoró su petición y terminaron siendo enviados a la reserva de Standing Rock.

En dicho lugar, el agente a cargo, James McLaughlin, se empeñó en denigrar el estatus de jefe tribal de Toro Sentado, pues le obligaba a trabajar en campo abierto.

Se dice que no soportaba la sociedad «civilizada» del hombre de piel blanca, principalmente cuando observaba el sinnúmero de pordioseros que vivían en las calles, a quienes él mismo daba limosna.

También despreciaba el poderío militar del gobierno y se mostraba escéptico ante cualquier promesa gubernamental.

Por otra parte, en ese tiempo Toro Sentado recibía la asistencia de la neoyorquina Catherine Weldon, quien le proporcionaba ayuda económica y aprendía su idioma, así como ella le enseñaba el idioma inglés.

Pronto, la ceremonia cobró tanto auge entre los indígenas, que el gobierno la consideró un brote de rebelión.

El jefe tribal consintió en acompañarles y mandó que su caballo fuese ensillado.

Luego los policías entraron en la cabaña donde se encontraba Crow Foot, el hijo del jefe tribal, quien también fue asesinado.

Objetos pertenecientes a Toro Sentado.
Interpretación de la batalla de Little Big Horn
Comanche , el único caballo superviviente del destacamento de Custer.
Toro Sentado en 1881
Carta de baraja que solían firmar los personajes famosos (Toro Sentado en este caso) que actuaban en el Buffalo Bill's Wild West Show.
Monumento a Toro Sentado en Mobridge, Dakota del Sur.