Torla-Ordesa

Esta fortaleza se supone construida donde hoy se encuentra la hermosa iglesia románica, sobre una gran roca que domina el valle y que la carretera actual atraviesa en túnel justo por debajo de la iglesia.

Su primera mención escrita data del año 1076 si bien se da por seguro que debió existir una población previa incluso en época tardorromana.

Los cuerpos de dichos capitanes fueron recogidos y enterrados con todos los honores en San Salvador donde todavía hoy reposan.

Tuvo también Torla monasterio propio, el de San Basilio, cuyo origen desconocemos y que parece ser a causa de su no excesiva riqueza, desapareció a comienzos del siglo XVII siendo comprados sus edificios y terrenos por Casa Lardiés, conocida desde entonces como Casa Fraile.

La obra actual, finalizada hacia 1580 presente una aspecto muy diferente al original debido a los terribles daños que sufrió en 1706 durante la guerra de Sucesión.

Hasta hace pocos años, en la localidad y en otras próximas se mantuvo el aragonés bergotés, tal vez una de las variedades más puras en cuanto a rasgos lingüísticos.

Destacan los sustantivos y participios acabados en -ATO, -ATA (puyato, prato), diptongaciones en -IA, -UA (babiaca, buano) voces como fuande (ar.

Finalmente tiene lugar el inigualable juicio al Carnaval en el que un Juzgado formado por curas y monjes acusa al Carnaval de todos los males acaecidos en el pueblo a lo largo del año (desde un brazo roto hasta los malos noviazgos).

El 8 de mayo se sube a San Miguel, antiguo pueblo desaparecido hacia 1740 y del que nos queda su iglesia, construida en 1620.

Su romería que se festejaba cada 26 de julio se perdió en cuanto el turismo afloró como principal fuente de ingresos en la villa y ello impedía a la gente encontrar tiempo para acudir a la misma.

Iglesia de Torla-Ordesa
Torla en 1987
Vista de Torla-Ordesa en su ubicación en el valle